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De nuestros lectores

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¿Podrá el matrimonio capear el temporal? (Julio de 2006) Leo asiduamente su revista y, aunque soy católico, reconozco que es muy interesante y educativa. Sin embargo, y lamento decirlo, no me pareció bien que afirmaran que en 1983 la Iglesia relajó los requisitos para disolver el matrimonio, facilitando a los católicos poner fin a este vínculo.

G. V. M., Zambia

¡Despertad! responde: Con aquellas palabras nos referimos a los cambios procesales introducidos en el Código de Derecho Canónico de 1983 y cuyos efectos han sido muy notables, sobre todo en Estados Unidos. Según el obispo Mark A. Pivarunas, en 1968 solo se concedieron en este país 338 anulaciones, mientras que en 1990, la cifra se elevó a 62.824. ¿Cuál fue la razón?

El canonista Edward Peters dijo: “Se han producido cambios muy significativos en el derecho canónico durante los pasados treinta años, cambios que han facilitado tanto la presentación de solicitudes de nulidad matrimonial como la aprobación de las mismas”. Tras citar una serie de ellos, Peters añade: “Cada uno de estos cambios vaticanos en la ley canónica procesal ha contribuido indisputablemente a un aumento drástico de las declaraciones de nulidad matrimonial”. Aunque no fuera su intención, el resultado directo de estos cambios fue —al menos en Estados Unidos— la disolución de muchos matrimonios católicos, tal como expresó ¡Despertad!

¿Existe un Creador? (Septiembre de 2006) Este número de ¡Despertad! me pareció magistral. Sus argumentos fueron sencillos pero poderosos, llenos de lógica y sensatez. Me encantó el nuevo formato monográfico, en el que toda la revista trató el mismo tema desde diferentes enfoques.

A. B., España

Gracias por esta magnífica y absorbente revista. Los innumerables argumentos e ilustraciones que se aportaron honran a Jehová, quien se merece que lo alabemos así.

R. B., Suiza

Los testimonios de una sencillez aplastante a favor de la creación y la exposición de la clara superchería de la evolución, presentados sin la menor animosidad sino con el rigor intelectual propio de un científico, me han conquistado.

L. G., Francia

Los romaníes: un milenio de alegrías y tristezas (Octubre de 2006) Siempre les he tenido afecto a los gitanos. Lamentablemente, el prejuicio contra ellos todavía perdura. Pero estoy convencida de que su artículo hará reflexionar a numerosas personas. Es muy tranquilizador saber que Jehová no es parcial y que acepta a los romaníes como siervos suyos.

B. B., Francia

Somos romaníes. Mi padre no es aún testigo de Jehová, y no le gusta mucho leer. Pero quiso tener esta revista, y ahora está en su mesa.

A. G., Finlandia