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¿Será alguna vez la religión una fuerza para la paz?

¿Será alguna vez la religión una fuerza para la paz?

¿Será alguna vez la religión una fuerza para la paz?

“CONSTRUYAMOS un mundo mejor. Acabemos con la religión.” Eso es lo que el filósofo holandés Floris van den Berg recomienda en su ensayo titulado “How to Get Rid of Religion, and Why” (Cómo acabar con la religión y por qué). Por todo el mundo, expertos de varios campos del saber se suman a su propuesta.

“El mundo necesita despertar de esta larga pesadilla de las creencias religiosas”, afirma Steven Weinberg, premio Nobel de Física. En los últimos años se ha proclamado a los cuatro vientos la idea de que los males de este mundo pueden reducirse enormemente eliminando la religión, y se han hecho populares una gran cantidad de libros sobre el tema.

Los científicos más destacados han debatido sobre lo que consideran una necesidad urgente: erradicar la religión. Una creciente ola de ateos inunda los medios de comunicación con su indisimulado odio hacia lo religioso. ¿Están acertados estos respetados pensadores?

¿Habrá alguna religión verdadera?

Si todas las religiones fueran falsas y no existiera Dios, sería lógico acabar con la religión. Pero ¿y si existiera Dios? ¿Y si hubiera algún grupo en la Tierra que lo representara como es debido, es decir, una religión verdadera?

Un análisis minucioso de la historia de la religión señala a una forma de adoración que sobresale entre todas las demás. La profesan relativamente pocas personas. Fue fundada por Jesucristo y sus apóstoles, pero no encaja con lo que la cristiandad ha practicado por siglos.

¿En qué se diferencian la religión verdadera establecida por Cristo y la cristiandad? En muchos aspectos. Veamos uno de ellos.

“No es parte de este mundo”

En imitación de la postura neutral que adoptó su Maestro, los cristianos primitivos no tomaron partido en asuntos políticos. La Biblia revela que, al menos en dos ocasiones, Jesús rechazó firmemente las propuestas de convertirlo en gobernante (Mateo 4:8-10; Juan 6:15). Incluso reprendió a sus discípulos por querer usar la violencia para impedir que lo detuvieran (Mateo 26:51, 52; Lucas 22:49-51; Juan 18:10, 11).

Cuando el gobernador romano de Judea le preguntó directamente sobre las ambiciones políticas que le atribuían, Jesús dejó muy clara su postura diciendo: “Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente” (Juan 18:36). No había duda, Jesús no iba a involucrarse en el sistema político y militar de su tiempo.

Sus discípulos siguieron ese mismo modelo. El estudio sobre el papel de la religión en las guerras realizado por el equipo de investigadores ya mencionado en esta serie expone: “Los cristianos primitivos eran partidarios de la no violencia. [...] La mayoría de los cristianos se negaban a alistarse en el ejército y luchar”. Jesús y sus apóstoles destacaban en su enseñanza el amor al prójimo, inclusive a los extranjeros y los de diferentes razas y etnias (Hechos 10:34, 35; Santiago 3:17). Aquella religión sí que era una fuerza para la paz.

Con el transcurso del tiempo, la influencia divisiva de la filosofía, la tradición y el nacionalismo corrompió los conceptos originales del cristianismo. El informe ya mencionado sobre la religión y los conflictos bélicos afirma: “La conversión de [el emperador romano] Constantino llevó a la militarización del movimiento cristiano, que ya no se guiaba por las compasivas doctrinas de Cristo, sino por los objetivos de conquista política y geográfica del emperador. Los cristianos, incluido el emperador, se vieron forzados a buscar justificaciones religiosas para la guerra”. Nacía una versión falsa del cristianismo.

Un grupo diferente

¿Se ha perdido para siempre el cristianismo original? De ninguna manera. En la actualidad hay un grupo en el que vale la pena fijarse. Los testigos de Jehová imitan a los primeros cristianos como ninguna otra confesión. No están vinculados a las religiones de la cristiandad. The Encyclopedia of Religion los califica de “diferentes”, porque basan todas sus enseñanzas en “la autoridad de la Biblia, que sustituye completamente a la tradición”.

Al igual que los primeros cristianos, los testigos de Jehová no apoyan a ningún bando en los conflictos políticos. Un informe publicado por la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania dice que los Testigos tratan de superar “las diferencias raciales, nacionales, religiosas, sociales y económicas”. Además añade que no participan en “actividades contrarias al Estado” y que son “ciudadanos respetuosos de la ley de su país”.

El profesor Wojciech Modzelewski, de la Universidad de Varsovia (Polonia), escribió en su libro Pacyfizm i okolice (Pacifismo y proximidad): “Hoy día, los testigos de Jehová constituyen la mayor comunidad internacional que se opone a las guerras”. En vista de que se ciñen al modelo establecido por los cristianos del siglo primero, puede decirse que los testigos de Jehová han logrado recuperar la religión que Cristo y sus apóstoles fundaron. Ese es el tipo de cristianismo que supone una fuerza para la paz (véase el recuadro de la página siguiente).

Un futuro brillante

Es cierto que muchos creyentes, incluso algunos líderes religiosos, están consternados por la hipocresía que ven en sus religiones. Por otra parte, hay que reconocer la labor de muchas personas devotas que están dedicadas a promover la paz y la unidad en el mundo.

Ahora bien, pese a las buenas intenciones, el poder de los seres humanos para resolver los problemas de la humanidad es muy limitado. Jeremías, un profeta de la antigüedad, dijo: “Al hombre terrestre no le pertenece su camino. No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso” (Jeremías 10:23).

Pero tenemos un futuro brillante ante nosotros. La Palabra de Dios nos enseña que una nueva sociedad humana pacífica, que será una auténtica hermandad, llenará la Tierra. Todas las razas vivirán en armonía, y los seres humanos no estarán divididos por fronteras, odios étnicos ni ideologías religiosas. El factor que los unirá será la adoración pura a Jehová Dios.

La Biblia también predice la desaparición de las religiones falsas que deshonran a Dios. Jesús señaló al respecto: “Todo reino dividido contra sí mismo viene a parar en desolación, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá en pie” (Mateo 12:25). En el futuro, Dios se asegurará de que se cumplan estas palabras.

La Biblia predijo hace siglos que Dios “dictar[ía] el fallo entre las naciones y enderezar[ía] los asuntos”. La misma profecía asegura que las personas convertirían “sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas” y que ‘no alzaría espada nación contra nación, ni aprenderían más la guerra’ (Isaías 2:4). Esta profecía se cumple en la actualidad. La religión verdadera, tal como la practican los testigos de Jehová, es ya una fuerza para la paz.

[Comentario de la página 8]

Los testigos de Jehová están unidos por amor

[Recuadro de la página 9]

¿En qué son diferentes los testigos de Jehová?

Muchas personas se sorprenden al conocer las grandes diferencias que existen entre los testigos de Jehová y las demás religiones que se denominan cristianas. He aquí algunas.

ESTRUCTURA

● No tienen una clase clerical.

● Sus pastores, maestros y misioneros no reciben salario.

● No cobran el diezmo ni hacen colectas en sus lugares de adoración, llamados Salones del Reino.

● Su obra se sostiene por donativos anónimos.

● Se mantienen neutrales en asuntos políticos.

● Promueven la paz y no participan en las guerras.

● Todos comparten la misma fe y creencias bíblicas.

● Son una auténtica hermandad, sin divisiones sociales, étnicas, raciales o de clase.

● No están vinculados a ninguna otra confesión, sea católica, ortodoxa o protestante.

DOCTRINA

● Creen que solo hay un Dios verdadero, cuyo nombre es Jehová.

● No creen que Jesús sea el Dios todopoderoso ni aceptan la doctrina de la Trinidad.

● Siguen las enseñanzas de Jesús y le honran por ser el Hijo de Dios.

● No veneran la cruz ni usan imágenes.

● No creen en las llamas del infierno ni que los malos vayan allí al morir.

● Creen que Dios bendecirá a la humanidad obediente con vida perfecta por la eternidad en un paraíso terrestre.

Los testigos de Jehová están convencidode que han logrado recuperar el modelo del cristianismo primitivo, la forma de cristianismo que practicaron los apóstoles de Jesús.

[Ilustración de la página 8]

Un serbio, un bosnio y un croata