AYUDA PARA LAS FAMILIAS | MATRIMONIO
Cómo controlar los gastos
EL PROBLEMA
El estado de cuenta del banco no miente: el dinero se les está yendo como arena por entre los dedos. Apenas llevan unos meses casados y ya las finanzas se han salido de control. ¿De quién es la culpa? No se apresuren a responsabilizar al otro. Mejor piensen en equipo y tomen en cuenta algunos factores que quizás los hayan metido a ambos en este apuro. *
LAS CAUSAS
La etapa de adaptación. Si vivían con sus padres antes de casarse, quizás no estén acostumbrados a pagar facturas ni a compartir los gastos. O tal vez no vean el dinero del mismo modo; tal vez uno prefiera gastarlo y el otro prefiera ahorrarlo. Toma tiempo adaptarse y desarrollar un sistema conjunto de administración.
Posponer las cosas. Jim, que ahora es un próspero hombre de negocios, reconoce que de recién casado su desorganización le costó mucho dinero. Recuerda: “Como pagaba tarde las facturas, nos cobraron miles de dólares en recargos. ¡Se nos acabó el dinero!”.
La trampa del “dinero invisible”. Es fácil excederse cuando uno no ve salir el dinero de la cartera, sobre todo si la mayoría de las compras se hacen con tarjeta de crédito o débito, por Internet o por transferencias electrónicas. Los créditos fáciles de obtener también pueden ser una trampa para los recién casados.
Sea cual sea la causa, es un hecho que este tipo de dificultades someten a los matrimonios a mucha tensión. El libro Fighting for Your Marriage (Luche por salvar su matrimonio) señala: “La mayoría de las parejas asegura que el dinero es uno de sus principales problemas, sin importar cuánto tengan. Les crea muchísimos conflictos”.
LO QUE PUEDEN HACER
Cooperen, siempre cooperen. En vez de atacarse, trabajen en equipo para poner bajo control los gastos. Propónganse desde el principio no permitir que este problema los divida. (Principio bíblico: Efesios 4:32.)
Elaboren un presupuesto. Durante un mes anoten todos sus gastos, hasta los más pequeños. Eso les ayudará a ver adónde se está yendo el dinero y a detectar gastos innecesarios. “Los negocios son como los primeros auxilios —asegura Jim—. Lo primero es detener la hemorragia.”
Hagan una lista de los gastos que deben realizar durante un período de tiempo (un mes, por ejemplo), como alimentos, ropa, alquiler o pago de la casa, gastos de automóvil, etc. Luego, anoten a un lado la cantidad que planean destinar a cada categoría. (Principio bíblico: Lucas 14:28.)
“El que toma prestado es siervo del hombre que hace el préstamo.” (Proverbios 22:7)
Separen mensualmente la cantidad correspondiente a cada categoría. Hay quienes tienen sobres, uno por categoría, y ponen en ellos esa cantidad. * Si se agota el dinero de uno de los sobres, dejan de gastar en esa categoría o toman dinero de otro sobre.
Evalúen su forma de ver las posesiones. La felicidad no depende de tener lo último de lo último. Jesús dijo: “Hasta cuando uno tiene en abundancia, su vida no resulta de las cosas que posee” (Lucas 12:15). Sus hábitos de consumo les permitirán evaluar si de verdad creen en estas palabras. (Principio bíblico: 1 Timoteo 6:8.)
Hagan cambios. “Cenar fuera de casa o tener televisión por cable podría no parecer costoso al principio, pero con el tiempo puede convertirse en una carga financiera —dice Aaron, quien lleva dos años casado—. Tuvimos que aprender a decir no a algunas cosas a fin de vivir dentro de nuestras posibilidades.”
^ párr. 4 Aunque este artículo va dirigido a los recién casados, los principios son útiles para todos los matrimonios.
^ párr. 14 Si pagan electrónicamente o con tarjeta de crédito, lleven un control escrito de gastos en cada sobre.